

Al iniciar un nuevo año tenemos como costumbre hacer una lista de deseos y todas las metas que nos gustaría cumplir durante el transcurso de esos 12 meses, en ocasiones no le colocamos un tiempo de duración para medir el progreso de esos objetivos. En el mayor de los casos nos enfocamos en el ámbito económico, social, básicamente en todas las cosas que quisiéramos tener, en su mayoría cosas materiales, pero casi nunca nos preocupamos por poner nuestra salud emocional, psicológica y espiritual como una prioridad por la cual tenemos que trabajar.
Es muy difícil cambiar lo que por años llevas haciendo o sintiendo, los cambios de actitudes y costumbres suelen estar tan arraigados con nuestro estilo de vida que a veces vamos como en piloto automático, por lo que en ciertas ocasiones es necesario un evento canónico como le dicen para poder entrar en conciencia de que lo que estamos viviendo no es la realidad que deseamos.
No te culpo por si nunca te ha preocupado tu bienestar emocional, es tu decisión, eres una persona tan fuerte que día a día te levantas para continuar con tu jornada a pesar de que te sientas cargado, pero esa “estabilidad” se vuelve ficticia cuando atraviesas alguna situación que te lastime, es justo ese momento, en el que debes pensar cómo podrías garantizarte a ti mismo una mejor atmosfera emocional.
Iniciar a sanar es un proceso que empieza cuando lo decides y lo deseas de tal manera que empiezas a accionar en pro de lo que buscas o necesitas, no importa si ya vas a mitad de año, nunca es tarde para comenzar, este es el momento para sanar desde la raíz hasta las hojas.
Te recomiendo que como primer paso a la sanidad identifiques esas situaciones que te han mantenido enfermo, en todos los ámbitos en los que puedas imaginarte que necesitas un toque de amor y cuidado, escríbelos en una lista, siendo bastante especifico y sin dejar pasar por alto algún detalle, no menosprecies ninguna acción, todo lo que te lastima no contribuye a tu sanidad.
Tu sanidad depende de ti, no de otros

La sanidad emocional es un aspecto crucial de nuestra vida que depende en gran medida de nosotros mismos, y no de otras personas. La dependencia emocional puede influir negativamente en nuestra salud mental, ya que al depositar en alguien más la responsabilidad de nuestro bienestar emocional, perdemos autonomía y control sobre nuestras propias emociones. Es importante aprender a cultivar nuestra propia estabilidad emocional, fomentar la autoestima y la independencia afectiva para poder disfrutar de relaciones saludables y equilibradas.
Sentir que tu estado de ánimo depende de otra persona o de que se produzcan ciertas situaciones es un gran obstáculo para alcanzar la felicidad. Todo el mundo quiere recibir la atención que necesita por parte del otro, y cuando no es correspondido, lo normal es que te genere cierta tristeza o decepción. Sin embargo, si tu estado de ánimo empieza a depender por completo de este tipo de carencias, te enfrentas a un problema que influye negativamente en tu autoestima y tu salud mental.
La dependencia emocional puede ser afectiva o sentimental. Esto consiste en: una serie de comportamientos adictivos que se dan en una relación interpersonal, donde existe una asimetría en el rol que asume cada persona.
Estuve sano, pero volví a enfermar

¿Qué pasa cuando sentimos que durante un tiempo estuvimos bien, nuestra vida mejoró en muchos aspectos, incluyendo el ámbito emocional y luego todo se derrumba?
Aunque no lo creas, es más normal de lo que parece, la vida se caracteriza por ser un sube y baja de emociones y situaciones, un día todo marcha increíble, y al siguiente parece que todo lo que superaste cae sobre ti como una avalancha. Créeme, te entiendo, yo también he estado ahí, puede ser agobiante, pero te aseguro que existe una salida.
En la mayoría de los casos, cuando sucede eso es porque no hemos sanado por completo, solo pasamos una barrida por encima, pero eso no quiere decir que la casa esté totalmente limpia, por lo que fácilmente se puede empezar a acumular polvo en las esquinas, hasta que la casa este infestada de mucha suciedad, es justo ahí cuando te das cuenta que necesitas una mejor sacudida.
Si, esto te pasó, tranquilo, vas a mejorar, es solo un contratiempo durante el camino. Ahora bien, tienes que estudiar que es lo que te está afectando, tal vez haya una herida mal curada desde la niñez y cuando alguien tiene gestos no tan gratos contigo, revives inconscientemente el dolor que antes habías experimentado. Quiero que sepas que el tiempo no sana todo, porque con el pasar de los años puedes volver a sufrir de lo mismo, necesitas estar sano, una sanidad completa, porque, en consecuencia, tienes que liberarte de los traumas que aún te pesan y lastiman.
Quien me acompaña en este proceso

Las redes de apoyo son muy importantes durante el proceso de sanación, pueden salvarte en más de una ocasión y no precisamente porque sean mágicos, sino que su compañía es como una curita en nuestro corazón, sentirnos acompañados y entendidos en fundamental durante el tiempo que estamos descubriendo qué es lo que nos duele. Hay que cultivar amistades y vínculos que constantemente estén sumando a nuestras vidas.
La importancia de las redes de apoyo durante un proceso de sanidad emocional, espiritual y familiar está respaldada por numerosos autores en el campo de la psicología y la salud mental. Autores como Brené Brown, Judith Viorst, John Bowlby, entre otros, han destacado la relevancia de contar con un sistema de apoyo sólido para promover el bienestar emocional y la resiliencia en situaciones difíciles. Estos expertos enfatizan que el apoyo social y emocional contribuye significativamente a la recuperación y al fortalecimiento de la salud mental y el bienestar general.
Siempre busca personas que te amen, que, pero el amor hacia ti no les ciegue, sino que puedan corregirte con empatía siempre que lo necesites, que entiendan el proceso que vives y te acompañen en el sin importar lo que implique. La salud y tu bienestar integral no puede depender de una persona, pero si contribuye mucho que te sientas atendido y procurado por lo que elegiste como redes de apoyo.
En caso de que necesites ir a terapia psicológica, es importante que sepas que este profesional de la salud también te acompaña en el desarrollo de tu sanidad, empieza abriéndote y soltando todo lo que puede estarte atando a los viejos patrones de conducta que tenías.
No olvides, que yo también puedo formar parte de ese grupo de personas que quiere ayudarte, a través de las asesorías que te ofrezco podemos buscar el mejor plan, el que más se adapte a tus necesidades para encontrar las respuestas que necesites, de esa manera estarás completamente sano desde los cimientos hasta las hojas, porque mi mayor deseo es que seas feliz y puedas dar testimonio de lo que has superado.
Como mantener los resultados
La salud emocional, funciona tal cual la salud física, te lo explicaré a través de un ejemplo, pudiste estar enfermo por problemas del corazón y te llevan al médico, descubren el problema y estás en tratamiento durante un tiempo, posteriormente te operan para dar fin con la enfermedad que te había estado aquejando.
Pero si por descuido, no fomentas el ejercicio, ni la buena alimentación, olvidas tus pastillas, tienes una vida desordenada, fumas, bebes y tienes este tipo de conductas nocivas para tu salud, es muy probable que se deteriore y que por la condición que antes tenías, todo empeore. Que estés sano ahorita no es una garantía de que no puedas volver a enfermar, por lo que si no valoras y cuidas tu estabilidad emocional, espiritual, familiar y económica puedes volver a sufrir de lo que antes habías superado.
Es por esa razón que necesitas sustentar tu sanidad en hechos y en actividades que te impulsen a seguir mejorando, para que tu avance no dependa solo de metas anuales, sino también del esfuerzo que cada día le imprimes para ser y ofrecer tu mejor versión ante el mundo.
Fortalece tus raíces para sanar tus hojas

Nuestra vida tiene que estar sustentada en buenos principios que no cedan fácilmente durante las adversidades, lo mismo pasa con las plantas durante un terremoto, solo las que tienen sus raíces bien adheridas a la tierra sobreviven a los desastres. Ahora te preguntarás, ¿cómo puedo hacerlo?, bien, el primer paso es darle los nutrientes necesarios a la planta para que pueda expandir sus raíces, abonarla, y cuidarla, podarla cuando sea necesario y vigilar que ningún hongo o parasito robe su energía, ¿entiendes la metáfora?
Nosotros somos esas plantas, a diario tenemos que fomentar el ejercicio de la sanación, el fortalecer nuestras raíces, los conceptos que tenemos sobre nosotros mismos, los ideales que profesamos, la opinión propia de nuestra alma, cuerpo y mente, aceptar sugerencias y permitir que otros nos rieguen y alimenten de su sabiduría cuando es necesario. Pero también, estamos atentos cuando otras personas quieren apagar nuestro brillo y es el momento en el cual no hay que ceder, para no volver a enfermar.
Tu vida emocional debe estar en ejercicio continuo, de año a año, para que así puedas crecer, expandirte en nuevos ámbitos de la vida, y siempre con la seguridad de que estás sano y que el pasado ha quedado atrás y que lo que viene te enseñará y formará para las nuevas aventuras.
Porque ya sanaste desde la raíz hasta las hojas…